viernes, 3 de mayo de 2013

Hace unos días en una entretenida y agradable charla con unos amigos salió a la luz Rebilla (el político Cántabro) Una de ellas, que tenía la tarde buena, lo confundió con el de los chorizos y ahí empezó todo mi "calvario". Unos minutos más tarde en esa misma conversación empezamos a hablar de las medidas del PP y de sus gentes y mi amiga levanto los brazos hizo un baile moviendo su cuerpo de un lado al otro y claro, la imitación de un chorizo con cara de Rajoy, de Esperanza Aguirre o de la misma "Pegui" hizo llenar de risas la conversación. Hoy, tres días después, no puedo evitar oír cualquier noticia de las que en estos días nos acompañan o ver en la tele a alguno de estos personajillos (algunos de ellos simplemente suelen ser la misma tele) e inconscientemente en mi cabeza les desaparece el cuerpo, aparece otro tipo de chorizo en su lugar, se les levantan los brazos y empiezan a bailar al ritmo de un buen Rebilla (las comparaciones son odiosas, lo sé) Informo que ya empieza a ser obsesivo. Así que si me ven por la calle caminando, o lo que es peor aún, me ven conduciendo,y me me estoy descojonando yo sólo, lo mejor es que huyan, o al menos, tengan la capacidad de imaginar. (gracias amiga).
Alejandro Concepción © 2013

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