Mi sobrino tira una piedra, le gritas y el sonríe, una de esas sonrisas especiales que nos hacen reír. Se gira y abraza a Dora, su cabra, como si nada hubiera pasado, dando a entender que los errores se cometen, que se pueden solucionar y que con una sonrisa, a veces, se pueden arreglar grandes problemas. ¡Sonríe como un niño siempre! (pero trata de no tirar la piedra)
Alejandro Concepción © 2013
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