jueves, 8 de noviembre de 2012

Un año volando

Hoy hace un año que decidí intentar volar sólo entre mis locuras y mis letras. No he conseguido ni la mitad de los objetivos marcados. Me ha faltado más constancia y trabajo para acabar las letras a medias, para que el Edén esté lleno de mis pensamientos, poder lanzar contundentes meteoritos y llenar los platos de sopas de letras. 
 No, no estoy satisfecho con el resultado, pero por algo se empieza y ya veo que las alas van creciendo poco a poco, despacio, si, pero ahí están haciéndome cosquillas al salir y planeando crecer fuertes y robustas. 
 Gracias a los pocos o muchos que me leen(el número no es importante) he descubierto que primero hay que volar a ras del suelo para perder el miedo y que ya, poco a poco y con el tiempo, emprender un vuelo seguro y por fin poder tocar la constelación 56.
 Gracias a todos los que han estado hay, los que están y los que seguro estarán. Gracias por, aunque sea de vez en cuando, subirse sobre el lomo del fulelé azul y tratar de volar conmigo.
Alejandro Concepción © 2012

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